domingo, 6 de julio de 2014

La Verdadera Experiencia de Cliente: Goya - Hotel Ritz


Hola a todos, normalmente escribo sobre experiencias malas o nefastas. Las experiencias regulares, normales e incluso buenas no generan en mi un sentimiento tal como para emplear 30 minutos en contarlo al resto del mundo. Me fastidia mucho el engaño y es por eso que me resulta más fácil escribir sobre malas experiencias.

Pues para romper la tendencia hablemos de experiencias excelentes. Esa experiencia es la que hemos disfrutado en el restaurante Goya - Hotel Ritz. Se trata de la terraza del Hotel Ritz.

Nos lo recomendó nuestra compañera Nacha y ha sido un acierto fenomenal. Nacha sabe conjugar el sitio más adecuado en el contexto que se pretende. No te recomienda lo mismo para ir con tu pareja a celebrar algo que a sorprender a un amigo o a impactar a un cliente.

Volviendo a la terraza, tiene tres cosas que la hacen fantástica para una cena romántica:
  1. Es muy tranquila. Realmente te puedes relajar, escuchar la música y nadie te molesta. La música del pianista va muy bien y te ayuda a entrar en el ambiente. Es una terraza rodeada de árboles y agua y te olvidas que estás en el centro de Madrid.
  2. La comida es espectacular, con platos muy elaborados con sabores nuevos pero en una cantidad decente. Es decir que sales cenado sin pedir mucho. Ya está bien de restaurante de moda de donde sales a medio cenar. La carta de vinos excelente y la sommelier muy correcta y acertada.
  3. Pero lo mejor fue la atención al cliente. Realmente impresionante.
Os contaré la experiencia completa: Nacha nos recomendó el sitio para celebrar nuestro aniversario.
Utilicé la página web del hotel y aunque no está a primera vista encontré un área de reservas.
Puse en el texto que queriamos celebrar nuestro aniversario y ya está.  Confirmé por teléfono la reserva y les dije que si llovía nos gustaría estar dentro del hotel. NADA MÁS.

No recuerdo el nombre del maitre pero nos atendió de lujo. Nos puso en una mesa en el centro de la terraza y muy tranquila. Los camareros super atentos. El justo equilibrio que hizo la cena muy fluida, es decir, que no traían el siguiente plato hasta que realmente tocaba hacerlo. Pero cuando ibas a tomar el siguiente plato ya estaba en la mesa.


Nada parecido a tantos sitios de moda donde nadie está pendiente de ti y tienes que andar buscando al camarero porque falta agua, falta pan, quieres el siguiente plato, etc.

Disfrutamos de los camarones, el rabo de toro, el solomillo y los postres y nos tomaron una foto cuando les pedimos que nos hicieran una con el telefono.  Y pensé que la foto que nos hacían con su cámara era para un blog o algo así. Pero no.

A los minutos nos trajeron una tarta de chocolate que no habíamos pedido con el número 16 en forma de velas. Y no contentos con eso unos minutos después nos obsequiaron con la foto dentro de un marco elegante y una botella de champán. ¡¡¡Impresionante!!!

No conozco en Madrid ningún sitio que al precio de ciento y pico euros, por pareja, de esa relación calidad-precio y mucho menos esa atención al cliente.

Gracias al restaurante de la Terraza del Ritz: Goya.

Repetiremos.


PD: tenéis algunas fotos que hice con el teléfono para que os hagáis una idea.


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